A primeros de mayo hará ocho años que llevamos editando la revista en acceso abierto. No podemos ocultar nuestra satisfacción por ser una de las revistas pioneras en el acceso abierto. El resultado del esfuerzo realizado por todos (editores, revisores y autores) nos enorgullece. Esfuerzo que nos ha permitido crecer, pero sin perder los valores iniciales y los diferentes objetivos que han marcado la línea editorial de la revista, y que la diferencian de otras revistas de la misma área. Entre ellos destacamos nuestra especial orientación y especial atención a los autores noveles y a sus primeras investigaciones o desarrollos teóricos.
Dentro de este crecimiento, este mismo año tal y como anunciamos en su momento, destacamos nuestro acuerdo de colaboración con el sello editorial OmniaScience, que contribuirá significativamente a mejorar la calidad de la revista. Esta colaboración nos permite a los editores centrarnos únicamente en los aspectos puramente científicos, al mismo tiempo que obtenemos una mayor capacidad para hacer frente al creciente número de manuscritos recibidos.
No exentos de los efectos de las drásticas reducciones presupuestarías en investigación en nuestro país, ampliamente criticadas por la comunidad científica internacional, la financiación de la revista no ha sido un tema sencillo desde sus orígenes. En este sentido, nuestro esfuerzo se ha orientado en mantener la revista en acceso abierto bajo cualquier circunstancia, y de conseguir los ingresos deseados de formas creativas. Sin embargo, durante muchas años hemos fracasado en esa creatividad, recayendo los costes editoriales en los propios bolsillos de los editores.
Ante la dificultad de encontrar financiación pública o privada, la mayoría de revistas de acceso abierto está optando por seguir el sistema de pago por autor. Evidentemente no es el sistema que más nos gusta, ya que es un sistema que en ciertas ocasiones podemos valorarlo de injusto en función de las situación de cada país e investigador. Este tipo de modelo se ha extendido principalmente en áreas de medicina caracterizándose además por unos costes para los autores elevados; sin embargo, también cabe mencionar que la gran mayoría de los autores de estas áreas cuentan con importantes recursos públicos o privados para financiar su investigación. En este caso, el modelo de pago por autor no es directamente un sistema financiado por los propios bolsillos de los autores, sino un modelo basado en la financiación de revistas por la sociedad dando la legitimidad a los investigadores para la elección.
Tampoco nos queremos olvidar que existe la otra cara de la moneda. Somos conscientes de que no todos los investigadores cuentan con los adecuados recursos económicos para realizar y publicar sus investigaciones y que muchos las costean a partir de sus propios bolsillos, y en eso podemos decir que tenemos experiencia, ya que durante años lo hemos vivido en primera persona. A ello se agrega que las condiciones socio-económicas o las relaciones de cambio monetario pueden hacer inasumible ciertas cuotas de pago por artículo.
Analizados los pros y los contras de un modelo de pago por autor, pero sin obviar las necesidades de financiación de la revista, hemos elegido un sistema de pago por autor intermedio basado en la donación. En lugar de fijar un precio fijo por artículo optamos por una donación libre por parte de los autores. Desde el punto de vista práctico, enviar artículos para su evaluación a la revista seguirá siendo gratuito, pero si el artículo es aceptado solicitaremos una donación económica a los autores, que pretende ser acorde con las posibilidades económicas y de aportación de los investigadores. Por lo tanto se aceptarán donaciones a partir de 1,00 € (será válido para todos los artículos remitidos posteriormente al 30 de abril). Por último, y ante posibles críticas, dejar muy claro que el equipo científico y editorial de la revista seguirá trabajando en la misma línea que siempre lo ha hecho, con rigor y esfuerzo, con independencia de las donaciones de los investigadores que deseen publicar en la revista.
Editores de Intangible Capital